viernes, 9 de abril de 2010

5 ritmos: fluido

Esta es la primera entrada de un relato pensado para cinco ritmos. Voy a usar los cinco ritmos de Gabrielle Roth para escribir alrededor de una misma experiencia autobiográfica.
Gabrielle Roth es una mujer/gurú que inventó hace treinta o cuarenta años una técnica de meditación basada en la danza de cinco ritmos seguidos. Cada ritmo de los que ella elige tiene su significado y al bailar los cinco en el orden que propone se consiguen cosas buenas.
Yo personalmente no soy un gran practicante de esta meditación ni un gran entendido en la técnica, pero me parece una manera muy divertida de usar la música y una técnica muy fácil de comprender. En su página web explica brevemente el significado de cada ritmo, y esta explicación es suficiente para dirigir la concentración a la hora de escribir, para mí.
En cuanto a la idea, desde hace años veo que el relato del conflicto interno de un personaje a medio camino entre oriente y occidente se está consolidando como subgénero literario y llevo tiempo pensando en aprovecharlo. Yo nací en Israel, un país que, se quiera o no, es también oriental. La oveja negra de Oriente Medio para algunos, una de las últimas sobras del colonialismo a la vieja usanza para otros o una representación de occidente en oriente. A fin de cuentas, Israel sigue estando en Oriente Medio, por lo menos geográficamente. ¿Así que por qué no añadir el toque Israelí al conjunto de literatura de emigrantes orientales en lengua occidental?
La idea esta vez es la de escribir un texto según cada ritmo de Gabrielle Roth, pero sobreponiendo los textos cada vez que son escritos, para reescribir el mismo texto cinco veces, de cinco maneras distintas. El resultado final será un relato escrito en cinco versiones, que el lector puede leer empezando por cualquiera de las versiones.
Esto irá quedando claro a medida que complete los siguientes capítulos. De momento, el primer texto está basado en el primer ritmo, el ritmo “fluido”, y todo el relato está basado en el viaje a un entierro en Israel.

La explicación del significado del ritmo “fluido” está sacada de la página de Gabrielle Roth y la mezcla es la mezcla más “fluida” que tenía, con motivos orientalistas.

Flowing is the pipeline to our inner truth, the impulse to follow the flow of one's own energy, to be true to oneself – listening and attending to our needs, receptive to our inner and outer worlds. When we open to the flow of our physical beings, all other pathways open.

Mezcla:

http://www.mediafire.com/?i0z2inr2qm2


1.

Alrededor de la hora 10, la suave comodidad de la mañana se ve interrumpida por el catártico lamento de dolor que ha causado en mi esposa la noticia de la muerte de su mamá. El alma de su madre ha dejado el cuerpo al otro lado de nuestro horizonte, en la orilla opuesta del mediterráneo. Mientras aquí donde estamos nosotros lo que sigue viviendo es el cielo abierto y las palmeras que acompañan la carretera. El resplandor del sol, que se escurre frente nuestra mirada hasta el aeropuerto y el conductor del taxi que nos lleva también, vive, como yo, y siento placer. Dentro de una situación tan dolorosa disfruto de poder encarnar mi pasión en actos físicos. Me alegro, dentro de una situación tan dolorosa, de tener la oportunidad de poder apoyar a mi mujer en un momento tan crucial y ser yo, sólo yo, el único que la acompaña en este vuelo. Vía Londres, condensados por la cabina uterina del avión, de regreso por el cordón umbilical de la memoria hacia el país que a los dos nos gustaría olvidar. Hacia esa parte embarazosa de mi identidad, que flota como una isla en el fondo de mi alma cuando bajo los párpados.
Esa parte de mi identidad relacionada con un país de carreteras que dan vueltas bajo un cielo negro como una mortaja, eléctrico, que me recibe con leyes y cuentas pendientes.
Un país que me recibe con obligaciones tales como visitas inmediatas a un supermercado oscuro, pálido, vacío y ausente, donde tengo que elegir entre cientos de productos superfluos, que tienen sombras peludas y formas esquivas. Compras para el día siguiente, para después del ritual. Después de que un cuerpo envuelto en una tela negra como el miedo irrumpe en el espacio e invoca un grito de dolor ancestral, que emerge desde un alma mucho más antigua que la de todos los reunidos.

Me siento como un fantasma entre humanos. No conozco las intenciones de las encarnaciones que se juntan aquí, en forma de personas, para llorar. No sé si lamentan lo misma cosa, desde de su lógica incomprensible y secreta de intrigas y desconfianza.
Me siento solo, entre los fantasmas que me rodean, mientras vuelco tierra al fondo de la tumba y el aire se llena de bendiciones sin significado.

Bendiciones que le llegan demasiado tarde a una mujer sola, que caminaba con un nudo en el corazón, entre violencia familiar, doméstica, urbana y política. Cuyo espíritu, de noche, susurra a las cortinas de la casa de la que por fin ha podido escapar. Una mujer a la que en vida le faltó tiempo para pasar con su hija porque se entretenía caminando con los pies descalzos sobre la playa mojada. Sentía la espuma salada enjabonar sus tobillos cuando caminaba sobre una arena alejada de su barrio, donde nadie la conocía.

Cuando paseo de noche, huyendo como lo hacía ella, pienso en la vida que tuvo mi suegra. Las torres se curvan bajo su propio peso sobre mí y las calles se me presentan en pijama, sin sentir la obligación de mantener las apariencias ante turistas que no vienen.
Me siento como un visitante inesperado en una ciudad desordenada, llena de despecho, que sobrevive sólo para molestar al mundo un día más.

Debería pensar en la muerte, pero la muerte no parece tener sustancia bajo los efectos de tanta cantidad de alcohol y desaparece como una mala idea. Solo veo mi egoísmo y mi egolatría en un desierto vacío, que brilla a través de la jarra de cerveza, mientras mi mujer duerme sin mí en la casa de su infancia.

Al final el día llega de nuevo, se escurre lentamente entre los apartamentos y quema el cielo. Yo me siento la encarnación del egoísmo puro - movimiento individualista hambriento y unidireccional. Dirigido hacia la codicia sensorial.
Eso y nada más.

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